Semillas Marihuana Regulares

Semillas de marihuana regulares

Desde que al ser humano le interesa el cultivo de marihuana, ha tenido que usar para la siembra las semillas que ha ido encontrando en las flor, hecho que sugiere la posibilidad de reproducir variedades puras una vez que se dilucidó el sistema de reproducción, además de aunar características interesantes de clases distintas mediante cruce, intentando mejorar propiedades como pueden ser la producción de fibra o el peso de los granos.

Con las técnicas actuales de cruce logramos estudiar las posibilidades que tenemos de insertar los caracteres deseados de las distintas cepas en variedades híbridas uniendo características de los parentales.

Las primeras semillas que se comercializaron fueron regulares y hasta el surgimiento de las semillas feminizadas, las semillas de marihuana regulares eran las fuentes de producción de cannabis.

En estos trabajos técnicos no solo el aroma o el efecto son caracteres interesantes, ya que podemos fijar propiedades como la resistencia a climas secos, o la velocidad con la que se alimenta, por poner un par de ejemplos.

Para el cultivador exigente

La producción de resina, la composición de cannabinoides y terpenoides, el rendimiento en flores... son parámetros en los que especialmente se centra nuestro interés en cuanto nos proponemos lanzar una novedad. El trabajo preciso y paciente de nuestros breeders da como resultado una selección exhaustiva de los mejores ejemplares de cada variedad en la que se pueda encontrar la característica que nos interesa fijar en nuestras generaciones de simientes, consiguiendo de tal modo, el estatus de calidad deseado por el cultivador exigente.

En el origen de la venta de semillas de cannabis, todas las variedades se comercializaban como semillas regulares hasta el surgimiento de las semillas feminizadas, punto de inflexión en el que las semillas de cannabis feminizadas pasan a ser las más vendidas por su alto estatus de calidad, bajo índice de masculinidad y ausencia de hermafroditismo en todo momento.

Llegado a este punto en el marco comercial, se hace cada vez más difícil encontrar semillas regulares en todas las variedades, ya que muchas de ellas solamente se producen mediante líneas feminizadas.

Las exigencias del mercado promueven una gran actividad comercial para las semillas feminizadas, desgraciadamente en detrimento de la actividad productiva de las semillas regulares.

Es por esta razón por la que Kannabia Seeds apuesta por el mantenimiento de la biodiversidad dando una oportunidad a las semillas regulares.

Como semillas marihuana regulares índicas encontramos semillas que dan lugar a machos y hembras en una proporción aproximada del 50%, con periodos de floración cortos y resistencia elevada a los cambios bruscos de clima, fruto del trabajo selectivo que desemboca en productos con un objetivo alcanzado, como en el caso de nuestra McEarly Regular, consecución de cuatro líneas parentales de probada estabilidad, con un periodo de floración muy corto, que puede ser cosechada a principios de septiembre.

En semillas marihuana regulares sativas, tenemos de igual modo semillas que darán lugar a plantas hembras y machos en un 50%, sin embargo, estos fenotipos son más resistentes a niveles de humedad altos, y dan altos porcentajes de THC.

Manteniendo estas dos variedades regulares, Kannabia Seeds ofrece la posibilidad de obtener plantas macho que servirán como parentales para iniciar un proyecto de crianza de semillas de cannabis regulares o para fijar algún carácter interesante en alguna madre.

Son muchas las personas que dedican su tiempo de trabajo como breeders, conservando genéticas y elaborando otras nuevas. Por estas razones, en ocasiones es muy útil tener un buen macho para realizar los cruces.

Por otra parte, la producción de polen en plantas masculinas no necesita de regulación hormonal alguna, llevándose a cabo sin el estrés que les produce la modificación hormonal para lograr la reversión del sexo en la producción de feminizadas. Esta ausencia de estrés permite generaciones con un menor índice de deformidad en el embrión dando lugar a un menor número de plantas defectuosas.